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Ciberamenazas empresariales: Una pandemia silenciosa.
La rápida propagación del COVID-19 a nivel global, provocó una serie de medidas que fueron implementadas de forma ágil con la intención de mitigar la velocidad de contagio. Uno de los cambios más notorios se vivió en el campo profesional, ya que muchos puestos de trabajo fueron trasladados a los hogares de los colaboradores para protegerlos de contraer el virus y con ello sumar a las estrategias promovidas por los gobiernos. Sin embargo, esto también representó una oportunidad para que los hackers comprometieran la seguridad de las empresas en algún grado.
Los ciberataques a las empresas incrementaron de 38% a 43%
De acuerdo con un reporte elaborado por Hiscox Cyber, los ciberataques a las empresas incrementaron de 38% a 43% en el último año, con casi un tercio de ellas experimentando cinco o más ataques. Una de cada seis organizaciones afectadas indicó que el impacto financiero amenazaba el futuro de la compañía.
Solo en los primeros meses de 2021 se han registrado ataques por ransomware a múltiples escuelas y universidades, a grandes tecnológicas como Acer o Sierra Wireless, y a miles de empresas de todo tipo mediante una falla en servidores de correo Exchange. No hay semana en que no se destape algún nuevo escándalo de ciberseguridad, y pareciera ser que nadie está a salvo.
Para dimensionar la escala de importancia que adquirió la ciberseguridad en las empresas desde que se desató el COVID-19; en un informe de Gartner del 2019 se mencionaba que solo el 7% de los CEO consideraba que la gestión del riesgo informático fuera relevante; en 2021, la ciberseguridad es la posición número uno de las preocupaciones de la dirección.
En la Future of Work Survey, de la firma consultora Omdia, se descubrió que el aspecto más desafiante del trabajo remoto en las empresas es conseguir que los empleados puedan realizarlo sin arriesgar la información. De las 5,000 organizaciones consultadas, pertenecientes a múltiples industrias, solo el 43% ha desarrollado un plan completo de ciberseguridad y riesgo digital que las proteja en el actual contexto de trabajo a distancia.
Las empresas que no lo hayan hecho, deben forzar una evolución en su aproximación a la seguridad informática e invertir en nuevas tecnologías y herramientas de ciberseguridad y resiliencia. La movida hacia el trabajo remoto significó el inicio de una nueva era de productividad y transformación para todo tipo de negocios, pero si no se destinan los suficientes esfuerzos y recursos a cuidar la ciberseguridad, todo el trabajo realizado podría verse afectado.